martes, 8 de abril de 2014

Cómo fotografiar bebés y niños pequeños

A pesar del cuidado que tengamos a la hora de fotografiar a un bebé o a un niño pequeño, es fácil caer en los mismos errores una y otra vez. Pero de eso se trata, no solo en la fotografía, sino en la vida ¿no? De cometer errores y ser capaces de aprender de ellos. Vamos a repasar algún consejo para nuestro próximo reportaje.






El juego:  Algo tan importante en la vida de un niño, no puede quedar excluido en las sesiones fotográficas. Una buena idea para que los niños aparezcan relajados en las fotos es convertir la sesión fotográfica en un juego. A la mayoría de los niños les gusta, o al menos no les importa  que les hagan fotos, pero se cansan en seguida.  Así que déjales jugar o incluso juega con ellos y el resultado será sin duda, mucho mejor. Un buen truco será incluir en la sesión fotográfica sus juguetes favoritos, de esa manera pueden incluso llegar a olvidar que les están fotografiando, yo acostumbro a poner música para que se sientan a gusto, el ambiente que se crea es más agradable.

La temperatura: Recordemos que al hablar de bebés, la temperatura es algo que no debemos dejar de lado, en un ambiente frío o excesivamente caldeado, no se encontrará a gusto. Independientemente de la temperatura que a nosotros nos parezca agradable, debemos pensar en ellos. Lo mas adecuado es tener la habitación entre 20 y 23 grados. La humedad debería estar entre 50 y 60%, pero este punto es algo más difícil de conseguir y no es tan importante como lo  la temperatura.

El tiempo: Vamos a necesitar mucha paciencia y tomárnoslo con calma, no podemos tener  prisa. Si empiezas la sesión pensando que después tienes algo que hacer, es mejor que dejes la sesión fotográfica para otro momento, porque necesitarás algo más que tranquilidad para poder trabajar a gusto.


Ayuda externa:  Tanto si fotografías a un bebé, como si fotografías a un niño algo más grande, vas a necesitar ayuda.  En nuestro estudio abundan los cables, los focos, los enchufes... no puedes estar pendiente de todo a la vez y además pretender sacar fotos interesantes, incluso puede ser peligroso. Así que pide ayuda.


La Velocidad de disparo: Otro punto importante a tener en cuenta es la velocidad de disparo. Esta va aumentando  a medida que los niños crecen, para que las fotos no queden movidas. A medida que los niños se van haciendo mayores, sus movimientos son más rápidos e impredecibles. Un bebé pasa la mayor parte del tiempo durmiendo y a no ser que no esté a gusto, está en reposo. Sin embargo, en cuanto deja de ser bebé, ya nunca para. Para compensar la falta de luz, deberás disponer de una buena luz artificial (si estás fotografiando en interior) prueba también a subir el ISO.

El flash. Si estamos fotografiando a un bebé no debemos  utilizarlo  por varios  motivos: En primer lugar, porque les molestamos con la luz. Hasta hace poco pensaba que también era dañino para sus ojos. Pero  los oftalmólogos afirman  que la luz que utilizan para ver la retina de los bebés y saber si padecen retinopatía, generan niveles de iluminación cinco veces superiores que un flash fotográfico y suelen estar un par de minutos viendo la retina del bebé con esa luz, aseguran por tanto,que  no es dañino. Lo menciono a modo de información, pero yo, personalmente, prefiero no hacerlo. A parte de esto, les asusta, y las fotos de un bebé asustado, no es lo que andamos buscando. A mí no me gusta utilizar el flash, no ves el resultado del disparo hasta que lo has realizado, aplana las imágenes y le da un tono frío a la fotografía.

El Zoom:  que no te de miedo pasarte con el zoom. Los primeros planos ocupando todo el encuadre son muy adecuados para las fotografías de niños. Cuando mires a través del visor, no le mires solamente a él, mira a su alrededor y si lo que ves, no es realmente importante, sácalo  del encuadre.


Pega el dedo al obturador:  Ya quedó en el recuerdo la época en la que cada disparo nos costaba dinero al tener que revelar los carretes, así que haz todas las fotos que puedas. Los niños se mueven mucho y cuando piensas que tienes un buen encuadre, cambian el gesto y te quedaste sin foto. Así que haz muchas fotos, seguro que alguna fotografía se salva de la quema.


El mejor ángulo: La mejor forma de fotografiar a un niño pequeño  es su propia altura. Muchas veces hemos visto fotos donde aparece alguien con el cuerpo de tamaño normal, pero las piernas anormalmente cortas. Lo primero que pensamos es que vaya cámara más mala, pero no siempre es así, Si hacemos la foto desde su altura, en lugar de hacerla de arriba hacia abajo, conseguiremos que se mitiguen las posibles distorsiones de la óptica de nuestra cámara. Así que ponte de rodillas, túmbate, siéntate, lo que precises para estar  a su misma altura y sobre todo enfoca a los ojos, esta es una regla de oro en fotografía de retratos, no solo en niños.



Escoger un buen momento. Como el niño tenga hambre, sueño, frío o esté incomodo no vamos a conseguir una buena foto. ¡Cómo le explicamos que solo queremos cinco minutitos para hacerle unas fotos!. Mejor espera al momento en  que tenga todas sus necesidades cubiertas e inténtalo de nuevo. Las fotos mientras duermen, son una de mis debilidades.



El fondo:  Una foto preciosa puede quedar totalmente arruinada con un fondo  inadecuado. Si tenemos un fondo llamativo, éste le restará protagonismo al niño. Así que es preferible buscar alguno neutro, que pase desapercibido y lleve nuestra mirada al niño. Otra opción es abrir completamente el diafragma y desenfocar el fondo.


La ropa:  Si estamos fotografiando a un bebe, debemos darle importancia a la ropa que utilizamos. Porque él es el único protagonista . No pasa lo mismo con un niño algo más grande que está jugando, en ese caso fotografiamos un momento, una escena, pero al tratarse de un bebé, no hay actividad, en la foto solo le tenemos a él, él es el centro, así que no vamos a arruinarlo poniéndole una ropa tan llamativa que le reste protagonismo. Utiliza colores lisos o suaves y que no distraigan la atención del espectador.




Edición: A la hora de editar las fotos, quedarán muy bonitas si alguna la pasas a blanco y negro o a sepia, Yo prefiero retocarla posteriormente en el ordenador, que disparar en modo blanco y negro, tienes más libertad a la hora de escoger los matices y cuando hayas terminado tu trabajo..., revela, revela, revela… No dejes tus fotos en el ordenador, en un disco duro o en DVD, al final no las miras. Si las tienes en papel, siempre las tendrás a mano. A mí personalmente, me gustan los foto álbumes, su apariencia es de libro con tapas duras y acolchadas y te da la libertad de escribir texto. Suelo hacer anuarios y me gusta el resultado.



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